2017/08/29

¿Hasta cuándo te acompaña un apodo?

Aunque ya no es lo que era, aún le queda mucho de pueblo. Como es habitual en los pueblos (cada vez menos), hay gente a quien no se la conoce por su nombre, sino por su apodo. Éste puede venir de la familia, de los padres, de la calle en la que viven, su profesión o una característica física. De todo hay.
Lo que no varía es la fuerte vinculación del apodo con la persona, tanto que te acompaña hasta el fin de tus días:



La otra cosa curiosa de los pueblos es, precisamente, encontrarse estas esquelas por la calle, en las paredes, en las tiendas. Son los restos que quedan de cuando uno conocía a la gente del pueblo, y los demás, para bien o para mal, lo conocían también a uno.

¡Descansen en paz!