2009/09/30

Precios de la vivienda, ¿dónde está el suelo?

Es tema recurrente para tertulianos, políticos, y opinadores en general. Se habla de lo que ha bajado la contratación de hipotecas, la vivienda usada y la nueva, los constructores dicen que ya no va a bajar más, los bancos hacen ofertas maravillosas que luego no son para tanto, y en general flota en el aire la cuestión de si ya habrán bajado los pisos todo lo que tenían que bajar.

Por mi parte llevo bastante tiempo viendo alguna opinión contraria. En su momento hablé de la sobreoferta existente, poco favorecedora de que los precios se estabilicen. He visto alguna otra comparando gráficas de precios de vivienda en España con precios en Estados Unidos, entre otras muchas (éste, de hoy mismo). Pero hoy he visto algo nuevo.

Os presento a Tristán, el subastero. Autor de un blog muy interesante, tanto que en menos de un año es leído y citado en múltiples sitios. Un tipo sin pelos en la lengua, que da consejos que, al leerlos, duelen, aunque no vayan dirigidos a uno. Aunque tenga razón. Que le quita a los subasteros esa aura negativa de carroñeros, de aprovecharse de los pobres a los que les han embargado. Y que deja ver que si las subastas son territorio peligroso se debe no tanto a los subasteros, sino a la dejadez e ineficacia de la justicia.

Por eso me resulta creíble su reciente post. En él cuenta que acudió a la subasta de un piso "perfecto", sin problemas aparentes, sin sorpresas. Todo eso le quitaría valor, pero en este caso no había nada: el piso venía limpio. Y resulta que los muchos subasteros que había en la sala empezaron a perder fuelle a la vez: parece que todos tuvieran un tope de precio similar. Y por poco más de esa cantidad se adjudicó.

Cuenta con que quien compra el piso espera sacarle un beneficio, así que se puede aventurar que el tope será de alrededor del 80% del precio por el que puede esperar vender: unos 450.000 euros. Comparando con pisos similares de la misma zona, según anuncios publicados el precio de ese piso habría sido de unos 600.000 euros. En España los precios han bajado, pero los propietarios aún no lo saben.

También me gusta cómo se refiere al precio teórico que le dan los subasteros, la tasación de esa vivienda, calculada por profesionales que se juegan su dinero (no como los tasadores al uso).

Y me imagino que está pensando, por ejemplo, en los de otro post suyo reciente, el de el edificio fantasma. El acreedor demandante es La Caixa, supongo que con su cartera de tasadores habituales. Supongo que estos señores han pasado un informe de tasaciones, que se habrá usado para fijar los precios de salida. Pues resulta que ¡no existe tal edificio! Y como bien dice, a la vista de los edificios vecinos, los precios se me antojan más que escandalosos.
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Tirando del hilo encuentro otro post a favor de las subastas como método de fijación de precio. Hablaba de una inmobiliaria de Berga que sacó un piso en julio por 150.000 euros, con la promesa de bajar el precio 1.000 euros cada día hasta que se vendiera. Y se ha vendido, justo en la mitad.

Graze, va por ti: aguanta si puedes, que aún le queda...

1 comentario:

graze dijo...

Pues el post me viene de perlas que hoy he visto un piso y tengo que mentalizarme que no hay prisa... y mientras a ahorrar ;)