2008/12/07

Papi, para reyes quiero un coche eléctrico

Pronto, los coches eléctricos serán tan habituales como las bicicletas. ¡Qué digo, mucho más!

A mediados de noviembre saltó este asunto. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, estrenó consigna. En distintos contextos lanzó el mensaje de que "en 2012 habrá coches eléctricos fabricados en España". Se trata de una jugada interesante: reducimos dependencia del petróleo, mejoramos en el protocolo de Kyoto y, de rebote, damos trabajo a los fabricantes de coches. De hecho, el mismo ministro ha mantenido o va a mantener conversaciones tendentes a fabricar estos coches en plantas de PSA (Galicia), Renault (Castilla y León) o Nissan (Cataluña).

Si consigue los tres estupendos efectos citados, será una buena medida. Pero resulta extraña. Dice en otro artículo que "España cumple todos los requisitos para ser candidato a tener el coche eléctrico". Pues nada, tan sencillo como que los españoles elijan uno y lo compren. No es que haya mucho ahora mismo, pero se está en ello. En foros internacionales se habla del Volt. Si se trata de fabricarlo... pues podríamos hablar de que Chevrolet monte una planta en España donde se fabrique; lo del coche eléctrico sería una excusa. Salvo que estemos hablando de que las compañías respectivas hagan su ingeniería y sea en España donde lo fabriquen. Vale entonces, pero así tampoco veo yo lo grande de la medida.

Dice que será un éxito "si a la gente le gusta, si es cómodo, híbrido, que puedas cambiar de combustión a eléctrico sin ninguna incomodidad". Supongo que está dando pautas a las empresas de cómo debe de ser el coche que fabriquen. También está bien, toda ayuda es poca. Y no va mal: el Prius, por ejemplo, parece que va encontrando su hueco. Tiene algunos inconvenientes: su precio deja fuera a mucha gente, y no hay una alternativa de coche pequeño equivalente. No se le puede llamar eléctrico, desde luego, aunque los más pirados ya le hayan instalado una segunda batería con la que poderlo recargar enchufándolo, y hacer muchos kilómetros con esa carga.

Hace poco leí sobre un enfoque totalmente distinto. Se trata de poner en el mercado unos coches totalmente eléctricos, no híbridos, eliminando el inconveniente de tener que mantener el coche enchufado toda la noche. El modelo de negocio se parece más al de la telefonía móvil: el repostaje de los coches podría realizarse en casa durante bastantes horas, en puntos de recarga (más rápido) o en una estación donde se cambiaría la batería del coche por otra cargada, proceso que no llevaría más que unos pocos minutos. Y es la empresa que gestiona estos "surtidores" la que subvencionaría los coches, igual que ocurre con los terminales de telefonía, a cambio de que consuman su electricidad, al apuntarse con un plan de consumo mínimo, por ejemplo. Además eliminan uno de los problemas que los posibles compradores encuentran a los coches eléctricos: la longevidad de la batería. En este modelo, la batería sería propiedad de la red, un mero contenedor de la energía que nos vende.

Podría ser que incluso fuera ese el modelo, ya que hay acuerdos con Renault y Nissan para que fabriquen estos coches. La primera experiencia se va a llevar a cabo en Israel. La compañía Better Place, californiana, implantará la red de "surtidores". Después va Dinamarca. Parece un interesante sistema donde Better Place se encargaría de la instalación y explotación de la infraestructura, creando un mercado cautivo (al menos durante un tiempo) de coches, y supongo que las compañías eléctricas locales se encargarían de proporcionar la electricidad, bien con acuerdos específicos o con contratos estándar.

A algunas eléctricas les puede venir estupendamente. No sólo por el suministro garantizado que podrían obtener sino porque actualmente tienen un problema: la electricidad que se genera es difícil de almacenar, así que hay que adaptar la generación al consumo. Esto puede ser fácil hablando de energía hidráulica o térmica, pero si lo que tenemos son aerogeneradores, pararlos mientras el viento sopla significa perder dinero. Las baterías de Better Place podrían ser un lugar estupendo para almacenarla.

La verdad es que el plan, aunque surjan algunas preguntas sobre ciertos detalles, tiene muy buena pinta. Según wired, está muy lejos de ser una idea feliz: el proyecto ya cuenta con 300 millones de dólares de inversión, cambios legislativos (básicamente, rebajas de impuestos) en los dos países donde empezará a funcionar, y un empuje impresionante detrás. Incluso la idea de que el objetivo no es crear una empresa, sino terminar con el petróleo, abre el campo a que otras empresas puedan encontrar un hueco en todo este proyecto.

Habrá que estar atentos, a ver cómo evoluciona. Pero podría ser la respuesta a las incógnitas que plantea la afirmación de "España cumple todos los requisitos para ser candidato a tener el coche eléctrico", teniendo en cuenta que tanto Renault como Nissan tienen fábricas aquí. Eso sí, espero que no se quede la cosa en que fabriquemos los coches que luego usarán los daneses...


La [en] noticia original en Wired. Si lees en inglés no te lo pierdas, es muy extensa e interesante, más allá incluso de los aspectos técnicos.

Tras leer la noticia y un poco más en la web de Better Place, me quedo con la sensación de que es uno de esos proyectos ilusionantes, de los que apetece que funcionen. Una salida posible a la encerrona del petróleo, y un cambio tan radical que, si triunfa, llegaremos a pensar en nuestros vehículos de ahora con nostalgia, con un toque de "¿Cómo era posible funcionar de aquella manera?".


Parece que me lucí. Better Place no cuajó y fue a la quiebra. Esta página, por ejemplo, informa sobre lo que llegaron a ser antes de desaparecer.

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